Críptico debe ser el suspiro, como un mensaje para el aire. Sumido en esta vacilante esfera, sometido al embrujo. Trémula es la semilla presente, imaginación es la palabra que flota entre la calmada agua. La piedra rompe la sublime calma y en ondas descansa ahora la inquietud. Llegó con necesidad de aplacar la severidad de la oscuridad, llegó con el propósito de enloquecer la sufrida melancolía. La primordial tarea se vio truncada del súbito encuentro, cerrando las paredes para escuchar la voz susurrante.
Es la inspiración que precede al poema, es el influjo perdido en inexplicables colores, son tácitos pasos de ignorancia esfumándose, es un eclipse disfrazado...
"Amar o callar" perpetua lucha entre la urgencia y la soledad, entre la impaciencia y la espera. El destello es fugaz y la violencia ataca o la resignación deprime. La virtud conoce el camino, presencial recuerdo nubloso con intermitentes alucinaciones de realidad. Entre la brisa y los truenos me quede esperando el momento ideal para adentrarme en el sueño, del que no vuelva a despertar, por la fascinación.
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