Mi voz opaca, mis pensamientos estruendosos; cuerpo indiferente, ojos enloquecidos; piel congelada, corazón a punto de reventar.
Destructor de este esquema, mírame y sostén la mirada, pero yo sé que no es para mí el latido incesante de tu deseo. Invisible y solitario, el poema sin relevancia, la rima en extinción, paradigmas innecesarios. Estoy gestando en tus reflexiones, soñando con morar en tu interior y regodearme en tus fantasías. Y buscaré en tus susurros sueños, pasearé por infinitos recuerdos, dormiré en tu pecho y mi agua tus latidos.
Juegos seductores o promesas irracionales de conquistar la luna por ti. Sin saber en qué más intervenir como supuesto creador. Escuchando historias sobre el dolor de los que sienten demasiado y sobre como pensaron en matarse.
-Colabora en comentarios, un posible título para este pequeño fragmento.
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